Una vez más se ha vuelto a cuestionar el consumo de algunos alimentos de la dieta española. Se ha aconsejado por las autoridades de nuestro país que se tenga precaución contra el consumo de aceite de girasol, ya que un cargamento que proviene de Ucrania, podría estar contaminado.
Ésta era la noticia el 26 de abril, pero esta misma mañana se ha informado de que el Ministerio de Sanidad ha retirado la alerta, ya que el aceite que consumanos no vendría de Ucrania.
Todo esto es para contextualizar, pero ésta no es la cuestión. Sino que ahora se empezará a cuestionar por qué se importa este producto. Pero esto no es lo más importante, sino que últimamente se está poniendo en peligro la salud de los españoles. Algunos de esos ejemplos lo tenemos con el Red Bull, que el consumo de esta bebida podría producir efectos muy nocivos, puede ser un coctail de muerte, debido a sus componentes de vitaminas mezcladas con "glucuronolactone", químico altamente peligroso, el cual fue desarrollado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos durante los años 60 para estimular la moral de las tropas acantonadas en VIETNAM, el cual actuaba como una droga alucinógena que calmaba el estrés de la guerra . Y esta bebida no está prohibida en España, pero sí en otros países como Francia. Muy cercanos están los casos de muertes a causa de la enfermedad de las vacas locas. Y ahora lo del aceite de girasol, que todo el mundo se ha remitido inmediatamente al caso de colza, por el que hubo en 1981 más de 20.000 afectados, gran parte sufren alguna invalidez y unas 1.200 personas fallecieron.
Por tanto, no sé si deberíamos alarmarnos o no. Pero sí deberíamos vigilar e informarnos sobre lo que comemos y también las personas que ponen a nuestra disposición estos alimentos.
2 comentarios:
Pasan los años y aún estamos expuestos a cualquier intoxicación provocada por indeseables, que prefieren, en el caso español, comprar aceite a Ucrania a hacerlo aquí en España. Además el mercado español se mueve de manera mafiosa: los grandes envasadores compran el aceite sin dar un precio fijo, precio que deciden elos en función de lo que sus laboratorios dictaminan sobre la calidad del mismo, alos dos meses de la compra. Si los agricultores se quejan, fuera y a por otros incautos. Y sino, a comprar el aceite en Ucrania. Luego pasa lo que pasa. En esto son tan culpables los socialistas, en el gobierno, como la oposición popular que no eleva una crítica con la fuerza que debiera hacerlo. Hay demasiados intereses en juego.
Banda de corruptos, unos y otros
mucha información, mucha información, pero desinformación.
Paso con las aves y con las vacas y casi con el aceite.
La conclusión es uqe los comunicadores deberían tener mucho cuidado con lo que dicen y como lo dicen, centrandose más en la prevención que en el catastrofismo.
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