EL MUNDO DE LOS BLOGS

Recogiendo un poco el tema con el que inicia mi compañera Rosario Maldonado: http://susurrosmitologicos.blogspot.com/ su blog, quiero dejar mi comentario:

El blog es un lugar que recoge artículos de uno o varios autores. Es una espacio que la gente aprovecha para mostrar sus reflexiones, protestas, comentarios,...¡Vamos! que es un lugar donde el autor dispone de casi la total libertad para decir lo que quiera y del modo que quiera. Además, la gente puede poner los comentarios sobre lo que el autor del blog escribe.

De este modo, aprovecho para extender aquí mi opinión. Vale que sea un buen lugar para que un periodista pueda expresar lo que quiera, sin ningún tipo de límite. Además, cuando aún estás estudiando la carrera sirve para empezar a hacer tus trabajillos. Pero aprovechando lo que decía Ramonet, el blog se va a convertir en una fuente para elaborar informaciones, y esto puede provocar aún más que desaparezca la profesión periodística.

La Tiranía de la Comunicación

Basándome en el libro de Ramonet de La Tiranía de la Comunicación me gustaría hacer unas reflexiones sobres cuestiones importantes que se tratan en este libro:

- Para empezar Ramonet explica que las tecnologías han supuesto un cambio importante en la manera de comunicar, y esto ha llevado una transformación económica. Se trata a la información como mera mercancía, lo que desvirtúa totalmente el verdadero poder de los media.
- Otra cosa que me parece importante destacar es la idea de que en la actualidad, con el papel que juegan los medios de comunicación, lo que se da es desinformación, lo que no significa que siempre sea una buena información.
- La actual superabundancia de información hace que sea más díficil encontrar una buena información.
- En cuanto a la profesión periodística hoy, Ramonet dice que este trabajo está en vías de extinción. La información se caracteriza por tres aspectos: superabundante, rápida y sin valor en sí misma, en relación con la verdad o en relación con su eficacia cívica. La información es una mercancía que se mueve dentro de la oferta y la demanda, es esencialmente asistir a un acontecimiento.
- Ahora se estila mucho la autoinformación, una tendencia peligrosa en la que la mejor manera de informarse es la de ser testigo.

Con esto, pretendía destacar algunos de los puntos de este libro de Ramonet, para que de lugar a la reflexión y cómo no a un posible debate.

¡Cuidado con lo que comes!

Una vez más se ha vuelto a cuestionar el consumo de algunos alimentos de la dieta española. Se ha aconsejado por las autoridades de nuestro país que se tenga precaución contra el consumo de aceite de girasol, ya que un cargamento que proviene de Ucrania, podría estar contaminado.

Ésta era la noticia el 26 de abril, pero esta misma mañana se ha informado de que el Ministerio de Sanidad ha retirado la alerta, ya que el aceite que consumanos no vendría de Ucrania.

Todo esto es para contextualizar, pero ésta no es la cuestión. Sino que ahora se empezará a cuestionar por qué se importa este producto. Pero esto no es lo más importante, sino que últimamente se está poniendo en peligro la salud de los españoles. Algunos de esos ejemplos lo tenemos con el Red Bull, que el consumo de esta bebida podría producir efectos muy nocivos, puede ser un coctail de muerte, debido a sus componentes de vitaminas mezcladas con "glucuronolactone", químico altamente peligroso, el cual fue desarrollado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos durante los años 60 para estimular la moral de las tropas acantonadas en VIETNAM, el cual actuaba como una droga alucinógena que calmaba el estrés de la guerra . Y esta bebida no está prohibida en España, pero sí en otros países como Francia. Muy cercanos están los casos de muertes a causa de la enfermedad de las vacas locas. Y ahora lo del aceite de girasol, que todo el mundo se ha remitido inmediatamente al caso de colza, por el que hubo en 1981 más de 20.000 afectados, gran parte sufren alguna invalidez y unas 1.200 personas fallecieron.

Por tanto, no sé si deberíamos alarmarnos o no. Pero sí deberíamos vigilar e informarnos sobre lo que comemos y también las personas que ponen a nuestra disposición estos alimentos.